La educación ha ido
cambiando con el paso de los tiempos. Las estrategias de enseñanza que se
ponían en práctica en los salones de clases hace unos 30 o 20 años, han ido
evolucionando junto con las actitudes de los estudiantes hacia la materia. Por
lo tanto, las técnicas de antes como lo son los libros de texto, las pizarras
de gis, etc. Pueden resultar tediosas para algunos jóvenes, especialmente para
los que están acostumbrados a estar casi siempre de la mano con la tecnología.
Tomando en cuenta que hoy en día el profesor ya no es el protagonista de un
aula como solía ser años atrás, en las épocas donde lo que el profesor ofrecía
a los educandos era lo más verdadero e irrefutable. Ahora, el papel del maestro
es ser un facilitador del conocimiento y que exista una retroalimentación por
parte de los alumnos para que el conocimiento pueda venir de las 2 partes
involucradas.
La vida de un
estudiante, como hemos mencionado, ha ido cambiando. Podemos decir que, a pesar de que poseemos una gran cantidad de
tecnologías para el aprendizaje, no las utilizamos para sacar ventaja de lo que
nos ofrecen, las usamos más que nada para nuestro entretenimiento y comodidad
dejando como último uso el adquirir nuevos conocimientos. Estamos buscando un
estado de confort a la hora del estudio dependiendo de lo que el alumno busque.
Existen diferentes tipos de estudiantes, por ejemplo, está el que se pone a
estudiar hasta en sus tiempos libres y se sabe los textos al derecho y al
revés, por el contrario tenemos al que le no le podría importar menos la
escuela y hasta se puede decir que está ahí por compromiso, obtiene
calificaciones aprobatorias que le eviten repetir la materia o ir a cursos de
verano. También están los que son los payasos de la clase, el tímido que se
sienta en la orilla del salón y que por lo regular pasa desapercibido, los
aduladores, el abusador, los que vienen de escuelas privadas y les gusta
presumir de sus ropas de marca y de increíbles experiencias de todo tipo. Sea
cual sea el tipo y la actitud del estudiante, todos buscan pasar las materias
ya sea con un 6 o siendo los primeros en la clase.
Si evaluamos las
condiciones de vida de los jóvenes en la actualidad, en comparación con las
épocas pasadas, tenemos menos responsabilidades. Por ejemplo, nuestros padres y
abuelos tenían que trabajar, cuidar a sus hermanos y hasta hacer los deberes
del hogar, agregándole las obligaciones de la escuela, la cual era obligatoria,
no como hoy en día que nosotros decidimos si queremos hacer o no una carrera
profesional. Sin duda, tenemos más libertad con nuestras decisiones y nuestra
vida en general, además de las comodidades que las tecnologías nos ofrecen a
diario. Pero, las calificaciones han sido más deficientes con el paso de los
años y no sólo en estudiantes de universidad, sino desde los más pequeños que
cursan el preescolar y la primaria.
En mi opinión, no
deberían darles tablets a los más pequeños,
ya que en vez de hacerles un bien es notorio que los están perjudicando.
Los hábitos de estudios, así como todo en la vida, se cosecha desde niños, si se
le acostumbra a los niños a buscar lo que necesitan dando solo clicks y
utilizando programas que piensen por ellos, se crearan mentes mediocres no
acostumbradas a salir adelante por ellos mismos. Tal vez suene anticuado, pero
es mucho más productivo ir a la biblioteca y hacer uso de los libros para
buscar información que consultar páginas web, por el hecho de que se puede
confiar más en lo que nos ofrecen los autores. Además, al estar leyendo varias
veces los textos se retiene más tiempo y así el aprendizaje resulta más
efectivo.
Siendo más específicos
y enfocándonos más en los estudiantes universitarios, tenemos a los foráneos. Yo
personalmente soy foránea y he vivido las dificultades que se me han
presentado, desde el momento que llegas a una nueva ciudad en la cual, si es tu
decisión pasaras más de 4 años, todo es nuevo para ti, y lo más probable que te
pase al salir solo a la ciudad es que te pierdas y tengas que pedir información
a extraños para llegar a cualquier lugar. El tener que hacer siempre un
guardadito intocable para ir a visitar a tus familiares en los fines de semana,
así te estés muriendo de hambre y restringirte en vanidades, sabes que vale la
pena y a pesar de que estas fuera de la ciudad, tienes que estar cargando con
tu computadora en todas partes para poder hacer todos tus deberes. Si antes los
fines eran cortos, siendo foráneo se reducirán más, ya que los dedicaras a
lavar tu ropa, visitar a familiares y si no tienes la suerte de que tus papás
te depositen una buena cantidad de
dinero mensual, tendrás que conseguir un trabajo de medio tiempo para cubrir
todas tus necesidades como comida, agua, luz, tareas, etc. Aunque sea triste pero cierto, en algunos
momentos te sentirás solo, al ser valiente e irte a vivir a una otra ciudad por
tu cuenta, dejarás a tus familiares, fiestas y amigos lo que significa que estarás
explorando todo solo. Es importante que siempre que te enfrentes a este tipo de
situaciones tengas una mente más abierta y más fuerza de voluntad para poder
salir victorioso y no fallar en el intento.
Ante todo lo mencionado
anteriormente, el estudiante debe tener muy en claro sus metas y no perderse en
el camino, ser responsables creando un equilibrio de la vida escolar y las
diversiones de los tiempos libres. Por supuesto no todo siempre va a ser leer
miles de textos y estudiar para exámenes, también es necesario que los jóvenes
tengan tiempo para un deporte, algún
taller o lo que deseen hacer para quitarse el estrés que cargan día con día,
evitando caer en los excesos y hacer todo con moderación.
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